Capitalismo cultural

Consume, porque sino...

En esta entrada mostrare un vídeo en el cual podremos oír como Slavoj Zizek explica la manera en que el marketing y el consumo de alguna manera "controlan" a la sociedad, manipulándola de forma sutil y silenciosa, para finalmente hacer unas aclaraciones/explicaciones acerca de los puntos mas importantes en el vídeo.

Más de lo que se ve.

Lo primero que podemos destacar en el video es como en el capitalismo cultural se fue transformando el concepto de comprar. De esta manera, no solo se compra un objeto sino que algo más. Parte de ese algo mas, es el derecho de ser consumidor y sentirse parte del mundo del consumo, se lo podría explicar cómo una entrada a ese mundo.

La moral como método de extorsión.

Otro de los puntos del video es como fomentan el consumo, jugando con una carga semántica, haciéndole creer a la gente que cuando compran hacen algo por el ambiente o para ayudar a alguien, etc. Uno de los ejemplos que se muestran es el de Starbucks. Aquí, lo que ellos hacen es vender su café junto con otros significados que vienen con el mismo, y lo hacen de manera muy directa. En su publicidad te dicen que comprando un café, puedes ayudar a los productores, a amoblar el lugar y muchas otras cosas más. De esta manera "juegan" con los valores éticos de la gente, diciendo indirectamente que si no compras ese producto que supuestamente ayuda a alguien/algo, eres una persona MALA. Y asi atraen a las personas a consumir para que de alguna forma hagan algo bueno y "adquieran su perdón" para no sentirse culpables de ser una mala persona.

Así, se puede ver como el nuevo capitalismo "trabaja" para el socialismo. Aquí podemos apreciar como la solidaridad y los valores éticos son mostrados como los mas "importantes", pero eso no es verdad: en este capitalismo (como en todos) lo más importante es VENDER/COMPRAR.

No siempre es lo que parece.

Por ultimo, podemos destacar es que si bien muestran que comprando podemos ayudar a resolver algún problema, en realidad no lo soluciona. Contrariamente, lo prolongan y de esa manera las empresas pueden continuar con este tipo de marketing de valores éticos, vendiendo "perdones" a la gente para que se sientan bien y reconfortados con la sensación de que hicieron algo bueno por el mundo.