miércoles, 18 de noviembre de 2015

Souza Silva




Introducción

Los cambios de época no son una novedad para la humanidad; el último cambio histórico ocurrió hace más de 200 años, cuando la Revolución Industrial condujo a las sociedades desde el agrarianismo hacia el industrialismo, generando incertidumbre, discontinuidad, inestabilidad, desorientación, inseguridad, perplejidad y, por lo tanto, vulnerabilidad. Ahora, tres revoluciones--sociocultural, tecnológica y económica--están haciendo obsoleta la época del industrialismo y forjando la época del informacionalismo. Sin embargo, este proceso no ocurre de forma clara ni sin contradicciones, que son propias de un cambio de época, por la competencia entre visiones de mundo en conflicto, que intentan prevalecer en la época emergente.

Pero, ¿qué es una época histórica, cuándo cambia una época, y por qué diferentes grupos sociales y organizaciones de desarrollo se quedan vulnerables durante este fenómeno? Estas son preguntas fundamentales para comprender la génesis del actual cambio de época y la forma cómo este fenómeno aporta vulnerabilidad a todas las organizaciones de desarrollo. Posteriormente, esta comprensión será fundamental para inspirar estrategias teóricas y prácticas para la construcción de estos grupos sociales y de sus organizaciones.

El concepto de época histórica

Una época histórica es caracterizada por la dominación de un sistema de ideas, un sistema de técnicas y una institucionalidad--mecanismos institucionales--que viabiliza ambos sistemas. Por ejemplo, la época histórica del industrialismo pasó a caracterizarse por un sistema de ideas dominante, sintetizado por la metáfora de una máquina para interpretar el mundo y actuar sobre éste. Su sistema de técnicas está constituido por las tecnologías materiales--mecánicas, químicas y eléctricas--que han impulsado el paradigma del desarrollo industrial. Su institucionalidad fue establecida en torno a los Estados-Naciones, que deberían tener un alto grado de soberanía y autonomía, para la creación, gestión y perfeccionamiento de las reglas nacionales del juego de acumulación de capital, derivado de la racionalidad forjada por la Revolución Industrial, y del juego de la democracia, que se expandía bajo la racionalidad forjada por la Revolución Francesa. Hace ahora más de cuatro décadas que el sistema de ideas, sistema de técnicas, mecanismos institucionales y consecuencias del industrialismo están bajo críticas crecientes e inexorables, empujando esta época histórica hacia una crisis irreversible. Todo está bajo cuestionamiento generalizado: (i) la visión de mundo; (ii) la naturaleza, rumbo y prioridades del paradigma de desarrollo; y, (iii) los elementos orientadores de ésta época histórica--valores, conceptos, principios, premisas, promesas, enfoques, modelos, teorías y paradigmas--que servían de referencia para orientar a los actores sociales, económicos, políticos e institucionales del desarrollo. Bajo las contradicciones propias de un cambio de época, otra época está siendo forjada--la época del informacionalismo.

La génesis del actual cambio de época

La génesis del actual cambio de época está fuertemente asociada a tres revoluciones--sociocultural, económica y tecnológica, cuyos impactos cruzados (no necesariamente compatibles entre sí), están cambiando el sistema de ideas, el sistema de técnicas y la institucionalidad de la época histórica del industrialismo.

Revolución sociocultural

Desde los años 60, un conjunto de movimientos socioculturales está desafiando las bases de la civilización occidental y los valores de la sociedad industrial de consumo. Por ejemplo, los movimientos feministas, ambientalistas y por los derechos humanos, justicia étnica, igualdad social y participación democrática denunciaron: (i) los muchos absurdos derivados de la época del industrialismo, (ii) la vulnerabilidad de la humanidad y del Planeta, y (iii) la necesidad de un desarrollo sostenible. La preocupación es por la sostenibilidad de todas las formas de vida en el Planeta. Los cambios que tienen origen en esta revolución sociocultural, como la cuestión de la participación del tercer sector, la equidad de género, la valorización de lo social, la igualdad social, los derechos de las nacionalidades indígenas, la justicia étnica, la conservación de los recursos naturales, los derechos de los niños, el desarrollo humano, las redes de solidaridad y el desarrollo sostenible en general, no pertenecen a la época del industrialismo; ellos están cambiándola bajo una visión sistémica de mundo.

Revolución económica

A finales de los años 70, la crisis económica iniciada por dos choques en los precios del petróleo reveló el agotamiento del régimen de acumulación de capital de la época del industrialismo. Desarrollado en torno a una economía productiva basada en factores tangibles--tierra, capital y trabajo, y dependiente del Estado-Nación para las reglas nacionales del juego de acumulación, el régimen de acumulación del capitalismo industrial entró en crisis irreversible. Eso dio inicio a la formación de un régimen de acumulación de capital, de naturaleza corporativa, de carácter transnacional, de alcance global y dependiente de un factor intangible--información. Los cambios derivados de estarevolución económica, que integran a la llamada globalización, bajo etiquetas como reajuste estructural, reforma económica, modernización productiva, privatización, liberalización, desreglamentación, mega-fusiones, reconversión productiva, flexibilidad laboral, dolarización de las economías nacionales, integración regional y fondos competitivos, no pertenecen a la época del industrialismo; ellos están cambiándola bajo una visión económica de mundo.

Revolución tecnológica

A mediados de los años 70, se inició una revolución en torno a la tecnología de la información, que ha influenciado otras revoluciones científicas y tecnológicas y ha penetrado a la mayoría de los medios y formas de comunicación. La dimensión microelectrónica de esta revolución hace posible la concepción de redes virtuales capaces de comprimir y eventualmente desmaterializar el tiempo histórico y el espacio geográfico. Por primera vez en la historia, la información es simultáneamente insumo y producto. Los cambios derivados de esta revolución tecnológica--la formación de redes virtuales, la integración electrónica de formas (texto, sonido e imagen) y medios de comunicación, la propuesta de la agricultura de precisión, la creación de oficinas-en-red, los libros virtuales, los espacios inteligentes (edificios, fábricas, oficinas y residencias, cuyas funciones básicas son manejadas por computadoras independientes de un operador humano) y el terrorismo cibernético, no pertenecen a la época del industrialismo, ellos viabilizan muchos de los cambios derivados de las revoluciones sociocultural y económica, bajo una versión sofisticada de la visión mecánica de mundo.



http://icci.nativeweb.org/boletin/25/souza.html

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